lunes, 9 de enero de 2012

ALTO DEL FRARE, POR LA CHIMENEA

Crónica de Enrique

Esta era la subida (o bajada), según comentan mis GPS locales, que aún no me habían enseñado. La semana pasada desistí de realizarla por tener que correr la San Silvestre Crevillentina por la tardes, así, que mejor manera de empezar el año con un recorrido desconocido.

A las 7AM con una temperatura de 8-9 grados en Petrer ponemos rumbo al Hotel Xorret de Catí. Conforme nos aproximamos la temperatura va descendiendo hasta llegar a 1,5ªC .

Con fresquito, sin apenas viento y el cielo despejado, iniciamos camino en sentido a Castalla, y nada mas salir empezamos subiendo lo que nos hace calentarnos en un abrir y cerrar de ojos. Vamos siguiendo la carretera hasta desviarnos en el primer camino a la izquierda que nos encontramos, para llegar al Despeñador o Portell de Catí en una bonita subida con no menos bonitas vistas, con el camino blanco por tramos a consecuencia de la escarcha.

Ya en la cima, nos encontramos a Carlos ¡como no! y se nos une en la excursión. Ahora toca almorzar, y en el comedor de invierno, con unas vistas maravillosas y agradable solecito, damos buena cuenta del avituallamiento. Tras el almuerzo nos dirigimos hacia el alt del Frare por la crestería en sentido descendente en busca de la Chimenea, zona objetivo de la jornada.

Preciosas  vistas de Cati

Cuando encaro la entrada a la chimenea, me da que pensar, pero Carlos y Andrés se lanzan como camicaces a su descenso, ya no me lo podía pensar mucho más, había que bajar si o si.

inicio de la bajada

Con todos los sentidos en alerta y con las manos y dedos en estado de máximo agarre, realizo el descenso, teniendo mi osadía como consecuencia un lavado a la piedra del pantalón, en toda la zona trasera.
Consigo pasar el primer escollo, pero ahora había que llegar al camino, y la bajada no era nada fácil, tanto por el desnivel como por los pequeños cortados del terreno.


la expectacular bajada 


Dimos con un rebaño de arruiz, que no daban crédito al ver como unos bípedos como nosotros irrumpíamos en su entorno, durante unos minutos se dedicaron a observarnos esperando, seguramente, ver el castañazo que nos íbamos a pegar en primera fila. Afortunadamente nada de esto ocurrió, y magistralmente guiado por mis GPS de la zona, realizamos el descenso de forma exquisita.






Desde el camino, tras la bajada

Ya en el camino, entre pistas y sendas llegamos al Hotel, lugar de inicio y fin de esta emocionante ruta. Han sido unos 10,6 Km. en 4 horas. La próxima vez que la realice, trataré de hacerla al revés, subiendo por la chimenea.

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