NUESTRA BOTAMARGES

cronica de Enrique

Antes de empezar a largar, os copio el plano de la carrera, para que no os perdáis en mis explicaciones.

Las 6 AM era la hora de salida, antes había que coger el dorsal por lo tanto, tocaba madrugar, nada nuevo para nosotros, llegamos sobre las 5,00 AM, aparcamos, cogemos el dorsal, dejamos la bolsa de deporte en ropería para luego ducharnos, todo en la misma plaza y muy bien organizado. Ya estamos preparados para la batalla, saludamos a Fausto, Vicente, Carmen, Javier, Begoña y dos chicos más de Novelda antes de la salida.

A las 6,10AM se da la salida con un chupinazo, como si fuera el encierro de San Fermín, se inicia la prueba atravesando el pueblo para salir a un camino y posteriormente por pista ancha para evitar embotellamientos, entre pistas y senderos se hace de día y pronto llegamos a Villalonga, 1º avituallamiento sólido, donde observamos lo bien que nos van a cuidar durante toda la carrera, había de todo y en cantidad, así da gusto.

Aclaración; al avituallamiento le dedicamos todo el tiempo que fuera necesario, los corredores que pasábamos en carrera, aquí nos cogían e iniciaban camino antes que nosotros, para luego volverlos a pasar en carrera…, fue nuestra pauta durante toda la carrera, estrés cero.

Tras la comilona a correr, en este precioso trayecto que va desde Villalonga hasta la Vía verde del Serpis nos pasa Toni, que nos hace unas fotos, como no, y dos Correbirras, Gabriel y Francisco, con los que compartiríamos kilómetros de “sufrimiento”.

Tras el avituallamiento de la vía verde del serpis, con Gabriel y Francisco, iniciamos la ascensión al Alt de la Safor, plato fuerte del día, nos faltaban brazos para cogernos en la subida, en 2-3 km. pasamos de 190 msnm (metros sobre el nivel del mar) a 963 msnm, ¡que manera de subir!, vaya paliza ¡y no llevamos ni media maratón! Uffff no sabemos como puede terminar esto.

Con la tranquilidad que requiere el esfuerzo realizamos la subida y bajada al Alt de la Safor, que nos ha dejado el depósito sin gasolina, no queda ni reserva, en el avituallamiento de la Font dels Olbits tenemos un montón de comida y decido comer, con ciertas dudas, salchichón con pan y como bebida un poco de coca-cola, bien fresquita, que me sentó de maravilla.

Aclaración: yo soy el “delicado” para comer en carrera, todo no me sienta bien y Luis no tiene problema alguno, seguramente habrá ganado peso con todo lo que ha zampado ¡Qué máquina para comer! además de correr.

Tras el almuerzo, con Gabriel y Francisco, iniciamos camino y en el descenso nos cruzamos con un rebaño de cabras, ¡qué pensarían de nosotros! fotos a las cabras y hacía el barranc dels bassiets (Lorxa), próximo avituallamiento líquido, Gabriel empieza a quejarse de dolores en sus rodillas, le ofrezco ibuprofeno.

En el avituallamiento del colladet de la comba, sobre el Km. 35  decido no comer, hay dulce y salado que no me fío de tomar, no me vaya a sentar mal …. y marchamos, no sin antes pegarse Luis el festín y tomar algunas fotos, así es la vida.

Aquí Gabriel me pide el ibuprofeno, en la subida se han quedado, entendemos que tratar de acompañarlos puede ser peor para ellos, pues nuestro ritmo, aun siendo muy tranquilo, para ellos es exigente y quedaba mucho camino por recorrer.

Desde este avituallamiento, noto la falta de fuerza en el cuerpo que con comida propia voy parcheando de manera provisional, físicamente tengo un bajón, pero la moral y la ganas de terminar intactas. Hasta el siguiente avituallamiento en Almirall, es por pista forestal que la hacemos corriendo a buen ritmo lo que me va mermando aun más mis fuerzas. En Almirall es solo líquido, paramos poco, para lo que es costumbre, tras decidir que en Benirrama nos recrearíamos más en el descanso, para aprovisionarnos bien y celebrar que llegamos al kilometraje de la maratón.

El descenso a Benirrama por senda era una autentica tortura, con mucha piedra suelta donde el pisar bien se convertía en una misión casi imposible – a eso le llaman bajada técnica, yo trencacames-, con mucho cuidadin llegamos el Riu Gallinera, y en la subida a Benirrama la organización de la carrera nos hace pasar por el tubo, y digo bien lo de pasar por el tubo, nos hacen pasar por el interior de una tubería de recogida de aguas pluviales donde tienes que atravesarla casi a gatas. Lo estrecho que era, unido a lo “suave” que van las rodillas de la bajada y a la risas que nos entran, casi podemos pasar, jajaja…  ¡Hay que joderse!

Foto "tomada" de Vitorunner.

Por fin llegamos al avituallamiento de Benirrama, aquí tomo coca-cola a discreción junto con un montadito de jamón que llevaba en mi mochila, y alguna que otra cosa, todo me sienta fenomenal, en menos de 15 minutos recobro las fuerzas en las piernas, de Luis, para que hablar, me dio la impresión que la gente de la organización lo empezaban a mirar mal cada vez que se acercaba a la mesa a coger comida, jajaja. Aprovechamos, además, para cambiarnos los calcetines. En total, pararíamos una media hora. Cuando salimos, Gabriel y Francisco no habían llegado, nos dio que pensar.

Recién comidos, a subir nuevamente, en esta ocasión nos encaramamos a la siguiente subida que, de manera increíble, tenían “buen piso” para lo que habíamos pasado con anterioridad, pronto coronamos, unas fotos, y para abajo, pasamos un  avituallamiento líquido y nos dirigimos hacia L’atzubia. Con las fuerzas repuestas y las piernas bastante “enteras” para los 47 Km. que llevaban, ya nos empezamos a sentir finisher, pero aun quedaban sorpresas.

En la bajada alcanzamos a un Alcoyano al que no pasamos y acompañamos durante toda la senda en distendida conversación hasta llegar a la pista donde le deseamos suerte y nos ponemos a correr, pasamos a varios corredores en el descenso hasta llegar a L’atzubia, donde había otro avituallamiento sólido, tomo trozo de pitza y su correspondiente coca-cola para retomar las fuerzas, Luis mas de lo mismo.

Nos encontramos en el kilómetro 53-54 de carrera, de los 61 Km. que salieron en mi GPS,  con el plano de la carrera en la mano, piensas que con todo lo que has pasado lo que queda será una especie de “paseo”, pero eso sería lo fácil, la realidad, un autentico rompe piernas. Nada mas salir del avituallamiento nos hacen subir escaleras, sencillamente nos choco, para a continuación por el monte, continuas subidas y bajadas con desniveles y tramos, en algunos casos delicados y peligrosos. Que si sierra parriba, que si sierra pabajo, que si barranco, que si nuevamente parriba… con casi 60 Km. en las piernas, como se podía ser tan cabrrr….itos (no voy a decir el taco, pero por poco).

Marcaba mi GPS 60 Km. estábamos en medio de un pedregal  con arbustos donde no había por donde pasar sin depilarte aun mas las piernas o tener un esguince, aquello parecía un laberinto, y no se divisaba arco de meta ni nada que se le pareciera, solo olor a carne a la brasa. Por fin conseguimos ver el Castillo de Forna y pasando por su lado, ya nos llevaron directos a Meta sin dar mas vueltas.

Con la entrada en meta, cumplimos nuestro objetivo del presente año, terminar nuestra primera ultra de montaña, y además, disfrutando de lo lindo.

total: 12 horas 35 minutos

Tras nuestro momento de gloria, a la ducha. Con mucha suerte, pues tuvimos agua “caliente” (jajaja) pero con menos intimidad de la deseable

 A continuación nos pegarmos el gran festín a comer y beber, en mi caso con cuidado y Luis creo que hizo en esta sentada todas las comidas del día (desayuno, comida, merienda y cena). Espero que los organizadores no lean este artículo, que al próximo año cuando volvamos a Luis le cobrarán un suplemento, jajajaja.

Saludamos nuevamente a Fausto, a los correbirras y a Pilar que nos hizo unas fotos. Nos alegro un montón saludar a Gabriel y Francisco con los que compartimos los kilómetros mas duros. ¡Qué buena gente! fueron finisher, se lo merecían, enhorabuena a los dos.

Además, fue un honor para nosotros saludar y felicitar a Súper-Jessi, que subía al podium en mujeres, como no, quedando clasificada en segundo lugar, enhorabuena campeona.

Y por supuesto a nuestra paisana Begoña que en su primera Botamarges hizo 3ª en la general de mujeres. ¡ENHORABUENA!

Bonita carrera, bien organizada, bien señalizada, donde cuidan y miman mucho al corredor, como debe de ser, y si nada nos lo impide, la próxima edición volveremos a disfrutarla. No es de extrañar que las 350 plazas se cubrieran en su totalidad.

Lo hemos pasado genial, con tranquilidad, parando a tomar fotos del entorno, nuestro objetivo era terminar y disfrutar, como así fue.

En cuanto a la climatología, ha sido muy buena, fenomenal, quizás un poco de calor, pero se podía llevar. Un acierto el cambio de fecha respecto al año anterior.

Solo me queda, pedir perdón por lo extenso del artículo, y gracias por haber llegado hasta aquí en su lectura, pero entended que 60 Km. por montaña dan para mucho.

Aquí os dejo un resumen de las fotos tomadas.

FOTOS