Fin de Semana, Completo

Crónica de Enrique

El fin de semana ha sido muy variado, hemos tenido agua, aire frío, sol y calor pero vayamos por partes:

Sábado 29. A la hora convenida para la salida, las 6,30 AM, empieza a llover de forma moderada. Nos arriesgamos y nos desplazamos hacía Petrer a recoger al resto de la expedición, donde sólo asoma el incombustible Andrés. Pronto surgen las dudas sobre si salir o no, se decide ir a Rabosa para realizar una ruta circular donde existen ciertos lugares donde podemos resguardar de la lluvia, en caso de necesidad, al final, empapados. La intención es lo que cuenta.

Llegar a Rabosa fue entretenido, cuanto más nos adentramos en el monte con el coche más llovía, incluso son rachas de aire, por fin llegamos a Rabosa, entorno a la 7,30h. pero no había quien saliera del coche con la que caía, esperamos un rato hasta que baja la intensidad de la lluvia aprovechando para ir al bar a tomar un café caliente, que sentó fenomenal.

Tomando café vemos que deja de llover y decidimos realizar una marcha corta, dejando las mochilas en el coche, para almorzar a la vuelta. En ese momento llega con su coche Carlos, que venia del Hotel Xoret de Catí en nuestra búsqueda, donde la niebla le impedía ver a mas de 10 metros, dando la vuelta hacia Rabosa, ya estamos todos. Así a las 8,20AM iniciamos camino en dirección a la ermita de catí, en el trayecto vemos lo precioso que está el monte, con las nubes cubriendo las cumbres (despeñador, planises, el maigmo, alt de Guixop, …), con olor a monte mojado… un autentico placer, pero llegando a la ermita comienza nuevamente a lloviznar y vemos como el tiempo se va cerrando. Cada vez llueve más.

Paramos para equiparnos contra el agua,

y seguimos camino de la foradá, donde no llegaremos al desviarnos a la derecha por una senda en dirección a la Casa de Cancio, antiguo caserón, bien conservado y restaurado por la Diputación. Pero lo difícil era llegar hasta aquí sin restregar el culo por el barro al igual que los gorrinos, como así me ocurrió, jeje.

Tras la delicada bajada, que dejo alguna que otra secuela en nuestra ropa, seguimos camino hacia Rabosa. Hay que ver como nos llovía, pero en nuestro remojado estado, no merecía la pena el buscar refugio a la lluvia, para que perder el tiempo.

Tras unos cuantos derrapes a dos patas llegamos a Rabosa, sacamos nuestros almuerzos, con café e infusiones calientes que nos repusieron del esfuerzo malabarista así como del frío y agua acumulados.

En  total fueron unas dos hora de paseo (hora y media a remojo) para disfrutar de unos 8 Km. de monte muy bonito con lluvia.

Como anécdota, el mensaje recibido del bueno de Anda Corre preguntando si nos llovía, en el momento de recibirlo nos empezó a llover, pero a escasos 15 minutos ya empezaba nuestra pelea con el barro. Él estaba inspeccionando la tratoda que nos tiene preparada la próxima semana entre Banyeres – Elche, donde para nosotros será un placer acompañarlos hasta Novelda, ¡Que grande eres Francisco!

Domingo 30. Con lo acontecido el día anterior, decidimos realizar un tirada asfaltera (no me acordaba de lo que era eso y me lo ha tenido que recordar Luis, jeje), así, a las 8,00 a correr dirección a Aspe por caminos para regresar por el camino que hay paralelo a la carretera Novelda-Aspe,  para, una vez llegado a Novelda, circunvalarla por el carril bici. Si el sábado fue fresquito y mojado, hoy ha sido con sol y calor en los 16 Km. realizados en 1:30 aproximadamente.