MATINADORS: SIERRA DEL CID

Este sábado, realizamos un entreno un poco “especial”. Novelda - Cumbre del Cid - Rasos de Catí y Chabola del cid.

Por diferentes contratiempos, iniciamos la andadura a las 15,15 en la puerta de Sumarcoop, (en lugar de las 13,00 como teníamos previsto, y que luego echaríamos en falta) no sin antes, dejar un coche en la Chabola del Cid, en Petrel, donde concluiría nuestro entreno.

Iniciamos el ascenso al Cid siguiendo el PR-CV325, trotando en muchas partes del camino, hasta llegar a la parte mas dura que la realizamos andando. La temperatura al inicio es agradable, con un pequeño viento. Con forme vamos ascendiendo, el viento a en aumento y cada vez mas frío.

Llegamos a la cumbre y nos tenemos que abrigar. Aquí decidimos comer algo, pues la subida nos ha dejado el depósito en reserva. Comemos rápido, en 15-20 minutos, y tras la comida, foto.

Iniciamos el descenso del Cid por el camino, dirección a la Silla, con mucho cuidado hasta llegar a la pista que atraviesa toda la crestería, la cual abandonamos en unos pocos metros, para desviarnos por una senda que nos dejará casi en el Contador, por donde descendemos para buscar la subida a los Rasos. Desde el contador y en su bajada ya se puede ver el camino por el que vamos a subir, imponiendo un cierto respeto por el desnivel que tiene. Es una subida en principio cómoda de piso pero dura por el desnivel, el cual se suaviza algo mas adelante pero que se complica por lo técnica que es en algunos tramos. La subida se nos hace algo pesada por la dificultad de la misma, por los kilómetros que llevamos en las piernas (unos 18), y por el viento y frío que está haciendo

Llegamos a los Rasos de Catí, ya anocheciendo, y en este punto de la travesía, no decidimos seguir hasta Rabosa, como era nuestro objetivo, porque se nos echa la noche en cima y sólo disponíamos de un frontal, aquí nos acordamos de las dos horas de retraso en la salida. Decidimos pues descender de los Rasos en dirección a la Chabola.

En el descenso se nos hace completamente de noche, lo realizamos con mucho cuidado. Conforme llegamos a la parte mas baja, el viento desaparece y la temperatura mejora de forma notable, hay un silencio relajante roto en algunos momentos por el ruido de los animales de la zona.

En la parte mas baja del descenso, decidimos comer algo, de forma rápida, para poder afrontar la subida que se nos presentaba, realizamos la subida a buen ritmo, para el tiempo que llevamos danzando por el monte, llegando al coche corriendo sobre las 8,45.