EL MAIGO ¡ANIMO JAVI!

Crónica de Enrique

Tras el gastronómico fin de semana pasado, trato que este sea un poco más serio en lo deportivo. El sábado, como es costumbre una vuelta por catí de unos 11 Km. muy amenos y divertidos por la compañía, con la intención de que las pierna cojan soltura para el domingo.

El domingo a las 7,45 AM con Javier, Luis con molestias en su rodilla decide no acompañarnos, iniciamos entreno desde Rabosa en dirección al Maigmo (vamos a subir y bajar al Migmo desde Rabosa). Con una temperatura fresquita +1ºC pero sin apenas aire lo que hizo una mañana agradable para corremontañear.

Por pistas y sendas pronto llegamos a la exigente subida al Maigmo, donde el madrugón que nos hemos pegado tiene su recompensa, nos topamos de frente con un rebaño de arruiz, que advierte nuestra presencia, como no, y sin embargo no huyen despavoridas lo que nos permite, con la necesaria cautela, hacer algunas fotos, fue todo un regalo.

En esta ocasión corono el Maigmo, para que Javier pasara por su cima, era la primera vez que lo subía, y a buen seguro que no será la última. En la bajada, me desvío por la canaleta, todo un disfrute, bonito de verdad. 

Tras la bajada por la canaleta, ahora dirección al Observatorio pero no pasaremos por el Maigmonet, al coger otra preciosa senda que lo circunvala atravesando varias pedreras. Tras el Observatorio, “sólo” nos quedaba bajar en dirección a Rabosa, por sendas en su mayor parte.

Y hasta aquí duró la preciosa trotada, porque al poco de iniciar la bajada, Javi se tropieza y se da un señor coscorrón contra el pedregoso suelo. Por fortuna, la hemorragia se corto rápidamente y Javier parece estar bien. Estamos en medio de la nada, él muy preocupado por lo ocurrido y yo cavilando donde ir, si al Hotel Xorret de Cati o hacia Rabosa, ¡vaya susto!.

Con la serenidad que hay que tener en estos casos y viendo que se encontraba “bien” para lo ocurrido, antes de que se enfriara, decido dirigirnos hacia Rabosa a donde llegaremos con Javier más animado. Sin perder tiempo, subimos al coche y hacia Urgencias donde poder curar esa preocupante herida.

En el momento de publicar esta crónica, tras hablar con él, me confirma que todo ha sido un susto acompañado de dos puntos ¡menos mal!

¡Animo Javier! Será una anécdota más para contar y a buen seguro que repetiremos este precioso recorrido que tanto te ha gustado, a pesar de los pesares.