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Cronica de Luis

FINDE BONITO:

DOMINGO: ENTRENO POR ASFALTO

Habia quedado con Aly, para un buen entreno, para ello a las 7,00 am, nos ponemos en marcha hacia monovar por el rio, trayecto muy agradable y mas de la mitad por camino de tierra, aunque con alguna subida más que otra, sobre todo en los 2 útlimo km., antes de llegar a la vecina ciudad. La marcha es a un ritmo cómodo, que poco a poco de va elevando. Yo vengo del dia anterior un poco cargado por el entreno en Santa Pola y Aly demuestra estar en bastante buena forma, casi al 100x100.

Vamos casi todo el camino hablando, esta vez soy yo el que no callo y Aly aguantando mi rollo, pero bueno, cuando nos damos cuenta, estamo subiendo la cuesta del Lince, y una vez bajamos a la ctra. del Castillo, decidimos a la par, subir al Santuario, y muy bien por los dos. Me sorprende Aly porque después del esfuerzo del circuito, aun ha sido capaz de subir.

Le comento que esta año triunfa en la carrera del Santuario.

Cuando veo el gps, no me puedo creer que hemos hecho 19 km., con un desnivel de 250 m+ en 2 horas escasas.

Llegamos a casa y decidimos que para relajarnos Aly  traiga a sus hijos y así un bañito en la piscina.

Yo por lo menos lo paso genial y creo que también ella y los nenes. Una muy buena mañana y agradecer a Aly y sus hijos la grata compañía.

SABADO: ENTRENO EN SANTA POLA

El viernes me llama Francisco Navarro para invitarme a un entreno por la sierra de Santa Pola, al que acepto. Quedamos a las 8.00 am y allí estoy, aunque parezca raro, a la hora indicada, encontrándome con Jose Julio que también nos acompaña. Me llevo una coca de poma de Aly y antes de empezar, ya probamos un poco, hay que saborearla poco a poco. El guía, Francisco, da la señal de salida y nos vamos en dirección al faro, el cual subimos, pues es el único obstáculo que nos vamos a encontrar. El ritmo bastante agradable, y disfrutando de las vistas al mar. Que gozada. Cuando nos damos cuenta estamos arriba, junto al faro y aprovechamos para inmortalizar esta trotada, con estos dos insignes maquinas del deporte, con unas fotos.

A partir de ahí, ya casi todo es bajada y llano, por unos caminos y sendas muy bonitos, poco propio de la costa, hasta llegar al asfalto, donde terminamos. Un poco de relajamiento, acompañado de unas birras y……… a la rica agua del mar,

donde nos refrescamos, pasándolo genial. José Julio se marcha y nos quedamos Francisco y yo, damos un paseo por la arena y a su coqueto piso, donde tengo el placer de conocer a su esposa Maria José, a su hijo a su hija. Muy agradable la compañía y con ganas de repetir.

En definitiva, un circuito de unos 15 km., que más que cansar, relajan.  Repetiremos.