IV BOTAMARGES

Crónica de Enrique

La carrera empieza con puntualidad a las 6AM, me desplazo a Forna el mismo dia, por lo tanto, buen madrugón que me pego, nada raro para mi. La tempera es muy buena, mas que buena, calurosa para las horas que son y con mucha humedad, lo que me hará sudar de lo lindo nada mas empezar y a lo largo de toda la carrera. Un verdadero placer saludar en meta a tanta y tan buena gente.

Paso a relataros mi carrera y para que no os perdais en las explicaciones, os dejo el gráfico del "recorrido".

Forna – Villalonga. Tramos de unos 11 km, todo con frontal, al principio en continua subida hasta llegar al pla de la bassa roja, donde tenemos el primer avituallamiento líquido. Continuamos por tramos muy resbaladizos, donde presencio algún que otro “aterrizaje” sin mayores consecuencias, en los puntos conflictivos se hace algo de cola. La organización marca con luz algún cruce para evitar perderse. Muy bien.



Villalonga – Via verde del Serpis,  Tramo de unos 8 Km. Trayecto todo corrible, pasando por el puente de tubos, que este año, por la humedad del ambiente estaban muy resbaladizos, había que extremar las precauciones al cruzarlos. Luego nos adentramos en la via verde del serpis, zona muy bonita, atravesando sus túneles, hasta llegar al avituallamiento donde nos desviamos y se inicia la subida al Alt de la Safor.

Via verde del Serpis-Font del olbits. Tramo de unos 7 km. Aquí empieza el plato fuerte de a carrera que me lo tomo con transquilidad. Inico su ascenso con Rafa (skyrunner) y se nos une en el sufrimiento Ivan, corredor de la zona del que no me despegaré en toda la carrera. La subida y bajada me deja vacío, pero el espectacular avituallamiento del Font del olbits hace que las fuerzas se recobren casi de forma milagrosa. Con agua, isotónica, refresco de cola, sanwich de chorizo y salchichón, platanos…….  un avituallamiento 12 sobre 10, como ya no tuvimos otro en toda la carrera.





Nevero de la Safor



Preciosas vistan en la bajada de la Safor



Font del Olbits – Benirrama, Tramo de unos 17 km que marcó mi carrera. Bajamos los tres juntos (Rafa, Iván y yo) hasta el siguiente avituallamiento líquido en Lorxa y aquí Rafa para menos que nosotros y continua camino con la esperanza de cogerlo más adelante, pero a Rafa yo no lo volvería a ver hasta mi llegada a Meta.

Me quedo con Ivan, al que acompaño toda la subida hasta el colladet de la comba, su ritmo es más lento que el mío, y me adapto al suyo. He de parar a mediante subida para que tomara un gel, no lo quiero dejar solo, tiene mucha ilusión por terminar la carrera y a él sólo, se le va ha hacer muy duro. Tomo la decisión de hacer la travesía con él, aun sabiendo que no conseguiría bajar mi tiempo del año anterior pero la compañía y las batallas que nos contamos lo compensa, además, en la bajada del alt de la safor, noté en la rodilla izquierda una molestias “extrañas”, que en los tramos de bajada técnica se repetían, lo que me hace extremar las precauciones.

Llegamos al colladet de la comba, km.35, y coincido con Eduardo (correbirras), al que saludo, no va bien, ha sido una víctima de la subida al Alt de la Safor. Tomamos algo rápido e iniciamos camino, sé que puedo correr hasta Almirall e invito a correr a Iván, pero va tocado y en los pequeños repechos de subida que nos encontramos andamos y así llegamos al avituallamiento de Almirall, donde volvemos a coincidir con Edu. Seguimos camino hacia Benirrama por una bajada técnica y de nuevo, a pasar por el tubo, para luego volver a subir para buscar el avituallamiento.

Desde el colladet de la comba tenia en mi mente el refresco de cola que el año pasado me tomé en Benirrama, y que este año pensaba repetir. Pero cual fue mi sorpresa que refresco de cola nada de nada, y el avituallamiento algo menos generoso que el año pasado, por lo tanto, me compro el refresco de cola en el bar y para comer me obliga a tirar de gel. Iván tiene molestias y le ofrezco un ibuprofeno.

En el avituallamiento llega Fini, a la que saludo con alegría, casi no para, indicandonos que luego la cogería por el camino, al igual que Edu.

Por donde nos hicieron pasar



Benirrama a la vista, ya falta menos



Benirrama – Forna, Tramo de unos 19 km. Nada mas iniciar, en la subida hacia las antenas (cruce Castillo Gallinera), alcanzamos a un corredor, que tenia mala cara  y sin fuerzas (seguro que le ha sentado mal el avituallamiento de Benirrama), que aceptó mi ofrecimiento de un gel para recuperarse, espero que pudiera llegar a Meta, ya no supe mas de él. Seguimos camino y volvemos a coger a Fini y Edu, a los que pasamos. Más adelante nos encontramos con un corredor del Marathon de  Crevillente que había tenido un percance, Ivan le deja réflex y se recupera.
Entre correr y andar nos plantamos en L’atzubia, con la esperanza, por mi parte, de encontrarme el avituallamiento del año pasado y nuevo chasco, ni había refresco de cola, ni tortas ni pitza, lo que me obliga a tirar nuevamente de un gel.

Avituallamiento había, pero no como los del año pasado que fueron espectaculares, pero es lo que hay. Llegan Eduardo y Fini, y decidimos realizar el resto de recorrido los cuatro juntos, todos tocados más o menos físicamente y un servidor, además,  con mucha hambre. Llevo desde el kilómetro 26 tirando de geles y con el estómaga cada vez mas vacío, la correa de la mochila no la puedo apretar más.

Tras salir de L’atzubia, en las primeras rampas vemos parado a un corredor con dolores y rampas en las piernas, Fini le ofrece un tubo con sales minerales y yo un ibuprofeno que nos lo acepta, nos marchamos y se queda recuperándose, ahora el recorrido es un autentico sube-baja que entre risas y tertulia lo pasamos genial.

Castillo de Forna y hacia la meta que nos lanzamos, para entrar los cuatro juntos, contentos y satisfechos por terminar esta bonita carrera.






ME QUEDO CON ESTA FOTO, GENIAL EL GRUPO QUE FORMAMOS. TODOS UNOS CAMPEONES

 Ahora tocaba la ducha y aquí me llevo otra grata sorpresa, había agua caliente, genial, la primera ducha me la pego con agua tibia y la última con agua fría, ya me estoy recuperando. En la zona de las duchas coincido con el corredor al que ayudamos en L’atzubia mostrándose muy agradecido por la ayuda recibida. Logró finalizar lo cual me alegra.  

Tras la ducha dejo las cosas en el coche y cojo la tarta de manzana que me dio Luis para compartirla en la cena. Tras dar buena cuenta del embutido y de la tarta, me despido de Eduardo y de alguna Maruja Acelerá que por allí andaba. Con anterioridad lo hice de Fini e Ivan (qué grande lo que has hecho Iván, espero verte en otra).

Y esta ha sido mi segunda participación en Botamarges, ¿participaré en la próxima edición?. Ya os lo contaré.