Sabemos del poder de convocatoria de esta prueba, que año tras año se supera en el numero de corredores, lo que nos obliga a madrugar mas de lo que es costumbre para esta carrera, así a las 8,00AM quedamos para iniciar el desplazamiento a Santa Pola.
Llegamos sin agobios de tráfico y aparcamos en nuestro lugar de costumbre año tras año, y ya empiezan a ser unos cuantos. El día anterior Juan Antonio , que hoy nos acompaña en el coche, sacó los dorsales, por lo tanto, con tranquilidad decidimos dar una vuelta por la zona de salida para ir calentando las pierna, porque joer que frío hacía a esas horas.
Se va acercando la hora de salida, regresamos al coche, nos cambiamos y corriendo hacia la zona de salida, calentamos y faltando 5 minutos, nos despedimos y cada uno a su cajón.
Con unos minutillos de retraso se da la salida y ¡vaya marea de gente corriendo! En esos momentos, con el subidón, había que extremar al máximo las precauciones por el embotellamiento de gente, donde una caída sería terrible. Genial la salida en cajones por tiempos.
Van pasando los kilómetros, pero a la carrera le cuesta mucho abrirse para poder marcar un ritmo uniforme, y no tanto acelerón y cruce para adelantar, que solo consigue ir mermando las fuerzas, pero claro, con tanta gente corriendo…..no se puede pedir mas.
Metido en carrera, que si adelanto, que si cuidado con este que se cruza sin avisar, que si esponja, que si ahora toca agua… cuando me doy cuenta estoy en el kilómetro 18, la carrera se me ha pasado volando, llego a meta realizando un buen tiempo, para lo que es correr con tantísimas gente (1h 35min. de tiempo real aprox.). No tardo en coger la mochila, organización modélica, y a la zona de avituallamiento, a reponerme del esfuerzo realizado y saludar a algún que otro conocido.
Tanto Luis (1h. 45 min. de tiempo real aprox.) como Juan Antonio cumplieron sus objetivos de tiempos, y ahora, con la fuerzas medio repuestas, a buscar las duchas para terminar de recuperar y llegar a casa listos para “pasar revista”.
La salida de Santa Pola, no fue como la entrada, pero no se tardó en exceso en coger la carretera de Elche, y entre comentarios de la carrera y alguna que otra risa, nos plantamos en casa a la hora de la comida, ya se sabe, “mas vale llegar a tiempo que rondar un año”.
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