Crónica de Enrique
El pasado sábado 11 a las 5,00 AM iniciamos desplazamiento hacia Crevillente, para participar en esta bonita prueba organizada por el Centro Excursionista de Crevillent. Llegamos con tiempo suficiente para aparcar, recoger nuestra acreditación e ir saludando algún que otro conocido.
Pasadas las 6,00 AM iniciamos la marxa, con fresquito y frontal en la cabeza, en una autentica procesión de linternas hasta que amanece. Con luz natural, empezamos a disfrutar del paisaje, y con las explicaciones de Ramont, buen conocedor de la zona, empezamos a vislumbrar el rompe piernas que nos esperaba.
En continua charreta con Fausto y Ramonet, llegamos al primer avituallamiento, Km. 11,5 casi sin enterarnos. Con pan de higos y mistela nos recibieron, que con la rasca que hacia, vino muy bien para calentar el cuerpo. A partir de este momento, empezaba lo duro de la jornada, una continua subida, en algunos tramos exigente por el desnivel, que nos dejaría en la cota más alta de la jornada, Las Antenas de Crevillent o La Vella a 830 m.s.n.m. A continuación, en continua bajada hasta llegar al Km. 17 donde se para a almorzar. Hay cerveza, agua, refrescos y cosas para picotear por parte de la organización, pero en nuestro caso, nosotros pusimos los bocatas y la organización la bebida, y como no, tras la acelerada ingesta, Luis sacó tarta de manzana (gracias Aly, muy buena) y yo saqué el termolitro, que vino bien para mitigar el aire frío y cortante que nos acompañó durante el almuerzo.
Tras almorzar, con Fausto, Ramonet y Francisco reanudamos la marcha, ahora nos dirigimos hacia la siguiente subida, El Picacho, que deja sin gasolina a Francisco lo que nos obliga a levantar el pie para no dejarlo solo, pero no nos importa. En tertulia, disfrutando del paisaje y haciendo alguna que otra foto lo pasamos genial y como el camino está señalizado, no nos perdemos.
Llegamos al Mirador de Albatera en el Km.21, 800, donde hay un avituallamiento solo con agua y dulce de membrillo del que dimos buena cuenta y seguimos camino. Nos quedaba seguir bajando, realizar una nueva subida por un barranco para nuevamente descender hasta el parque de montaña, donde se pararía a comer, unos 5 kilómetros tras este avituallamiento.
Ya en el parque de montaña, Km.26 nos disponemos a comer, pero con celeridad pues llegamos algo mas tarde que el resto y queremos salir en el grupo, pero la rapidez para comer no nos impidió tomar como postre, mas tarta de manzana, turrón de chocolate y termolitro ¡cómo no! Por parte de la organización había bebida de toda clase, al igual que en el almuerzo, y picoteo variado de gominolas y fruta.
Con la comida sin reposar iniciamos camino nuevamente, ahora por senda que nos dejarán en una pista forestal donde andaremos un buen tramo y siempre en bajada, hasta desviarnos hacia un barranco para ir buscando la siguiente subida, que nos hará trepar un trozo para después bajar por el otro lado, a continuación mas pista hasta el siguiente sube-baja y nuevamente pista hasta llegar a otro avituallamiento, en la antesala del Campana, el plato fuerte de la tarde.
En el Km.35 iniciamos la ascensión al Campana, subida exigente que no dejo indiferente a nadie por el rodaje que llebaban nuestras piernas, donde en lo mas alto, que no en su cumbre donde la organización decidió no pasarnos, hay un reagrupamiento, que aprovecho para sacar un pastelito con el que disfrutar del momento, ofrezco uno a Luis y Francisco, que va con la reserva durante toda la subida. Lo engullen más rápido que yo escribo esta línea. ¡Che que bo!
Si exigente fue la subida al Campana, la bajada había que hacerla con mucha delicadeza por lo resbaladizo del terreno, además, a la izquierda era un continuo cortado que terminaba en una rambla, con lo cual, caerse podía tener malas consecuencias.
Llevamos 37-38km. y uno espera ir “directo” hacia meta sin mucho sube-baja, pero en las carreras de montaña esto no se cumple nunca, y aquí no iba a ser la excepción, así, aun tuvimos que subir dos montículos más, un control de dorsales y pasar por una cantera……., para con 43,620 Km. llegar a meta en 12hora y 45 minutos y con 2.800 metros de desnivel positivo según mi GPS
En la meta, tras la ineludible cola, nos dieron una bolsa con camiseta, bolsa de papas, “braga” para el cuello, botellín de agua, bolígrafo e información diversa de Crevillente mas un diploma por nuestra participación plastificado.
Pero lo bueno estaba por llegar, tras recoger la bolsa, se sacaron tortas de diferentes sabores, aperitivo y bebida a discreción que nos hicieron olvidar el cansancio acumulado de la jornada
Era tarde y teníamos que volver a casa, pero por mucho que nos despidiéramos de la gente no había manera de sacar a Luis de la comida y es que estaba todo tan bueno…..
Por último, felicitar al Centro Excursionista de Crevillent, por la excelente organización de la prueba y por el bonito día que nos han hecho pasar conociendo su término municipal. Además, un verdadero lujo para nosotros la grata compañía de corremontañeros de caché con los que compartimos el recorrido.
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